¿Te dedicas al entrenamiento personal y quieres emprender? ¡Estas claves te ayudarán a trazar tu plan!
Llega un momento en la carrera profesional de muchos entrenadores personales en que se plantean la posibilidad de dar el salto y abrir su propio negocio.
Si es tu caso presta atención porque esta vez, en el blog de TIMP te traemos 6 pasos para montar tu estudio de entrenamiento personal.
¿Te animas? ¡Vamos a por ello!
1. Estudia el mercado
Cuando tengas claro que quieres emprender y ser dueño/a de tu propio negocio, el primer paso es definir cómo va a ser tu empresa.
Para ello es necesario observar a tu alrededor y ver qué se cuece en tu sector, el del entrenamiento personal. Algunos de los puntos a estudiar podrían ser:
Quienes son tus clientes en potencia y qué necesidades tienen
Identificar el perfil de las personas que demandarán tus servicios es fundamental para concretar la actividad que vas a realizar.
Por esta razón, debes tener muy claro a quiénes te dirigirás: ¿entrenarás a personas de la tercera edad o por el contrario centrarás tu trabajo en clientes más jóvenes? ¿Tus usuarios serán de alto poder adquisitivo o de clase media predominantemente?
Para que entiendas la importancia de factores como estos, piensa por ejemplo que definirás tus tarifas en función de la respuesta a la pregunta anterior.
Quién más ofrece tus servicios y cómo realiza su actividad
Entender a la competencia es otro factor clave a tener en cuenta cuando diseñas tu negocio de entrenamiento personal.
Estudiando a otros que ya estaban antes que tú no solo aprenderás mucho sobre tu futuro negocio, sino que además serás de capaz de evaluar el punto de partida en el que te sitúas como persona emprendedora.
Y conocer además cómo desarrollan su actividad otros centros de entrenamiento personal es muy útil para seleccionar aquello que tú también quieres poner en práctica, así como las estrategias con las que no estás de acuerdo o que no se ajustan a tu idea de negocio.
Qué puedes ofrecer tú
Fruto de lo anterior llegamos a este punto: ¿estás en condiciones de competir con otros estudios de entrenamiento?
Valora qué puedes ofrecer a tus futuros clientes y qué necesitas para hacerlo.
Tus fortalezas y debilidades
Si las analizas honestamente quizá descubras por ejemplo que necesitas seguir formándote antes de lanzarte a lo grande, o al revés: que posees mucha más formación que la media de profesionales en tu situación.
En cualquier caso no tengas miedo y empieza. Si es necesario, hazlo poco a poco y ve ampliando tus servicios conforme vayas adquiriendo mayor confianza.
Qué amenazas y oportunidades tienes a tu alcance
Todo negocio parte con una serie de circunstancias que amenazan su crecimiento y otras que suponen una oportunidad para desarrollar su trayectoria.
Analízalas para buscar soluciones a las primeras y encontrar la mejor forma de aprovechar las segundas.
Tanto este punto como el anterior puedes reflejarlos en un análisis DAFO, que te ayudará a verlo todo con mayor claridad.
2. Identifica aquello que te hace diferente
Si sabes qué te diferencia del resto tienes mucho avanzado. Ese aspecto puede ser la piedra angular de tu negocio y la que te haga destacar frente al resto de tus competidores.
Por ejemplo, ¿te caracteriza un sentido del humor capaz de llevar a cotas nunca vistas el entrenamiento de los clientes menos motivados? Podría ser una baza si te dedicas a entrenar a clientes que pasan por un proceso complicado de rehabilitación.
No dejes escapar ese don e impregna con él tu marca personal (transmitiendo a la vez profesionalidad, claro está).
3. Traza un plan de negocio
Parece obvio, pero es que sin un plan no vas a ninguna parte.
Los resultados del análisis que has realizado anteriormente han de materializarse en una planificación que incluya aspectos como:
Tu propuesta de valor como entrenador personal.
El objetivo que quieres conseguir.
Cómo vas a lograrlo.
Las fases de que constará la puesta en marcha de tu estudio.
El capital necesario para materializarlo.
Cuándo recuperarás la inversión.
Con toda esta información definida, llegará la hora de conseguir esa suma de dinero para levantar tu sueño.
4. Busca financiación
Pocas verdades más incontestables que aquella que reza que el dinero no crece en los árboles.
Para poner en marcha tu estudio de entrenamiento personal necesitarás capital, y estas son algunas vías para conseguirlo:
Pedir un préstamo bancario
Es uno de los caminos más socorridos para financiar un negocio. Para conseguir un préstamo deberás reunir una serie de requisitos.
La ventaja si los cumples: tendrás dinero contante y sonante para que tu centro arranque su andadura. La desventaja evidente: tendrás que devolver ese préstamo tanto si tu negocio funciona como si no.
Capitalizar una prestación por desempleo
Muchos emprendedores apuestan por esta opción cuando se han quedado en el paro.
Si es tu caso, puedes solicitar el importe total de tu prestación por desempleo con el fin de financiar tu negocio de entrenamiento personal.
Invertir tus ahorros
Si ya contabas con una suma de dinero lo suficientemente elevada en tu cuenta de ahorros, puedes invertir todo o una parte en tu nuevo negocio.
En caso de optar por esta solución, gestiona esa cantidad con prudencia: los ahorros cuesta conseguirlos.
Buscar socios inversores
La unión hace la fuerza, así que otra posibilidad es juntar entre varios socios el capital necesario para poder empezar con tu actividad.
Por supuesto, las ganancias se repartirán de manera proporcional a la inversión que haya aportado cada uno de los socios.
5. Rodéate de los mejores
Puede que te plantees arrancar tu actividad junto con otros profesionales. Si es así, asegúrate de que sean los idóneos para alcanzar tu visión de negocio.
En este sentido, es importante que compartan contigo la ilusión y las ganas de sacar adelante tu proyecto.
Del mismo modo, y aunque no forme parte de tu plantilla, procura que todo aquél profesional que de un modo u otro tenga relación con tu negocio sea digno de tu confianza.
6. Implanta TIMP en tu centro
Antes de incluso de empezar a desarrollar tu actividad como entrenador personal en tu propio estudio, asegúrate de contar con nuestro software de gestión y app de reservas.
La razón es sencilla: por una parte, ganarás tiempo y rentabilidad al agilizar todas tus gestiones diarias en el centro y dejar las reservas en manos de tus clientes gracias a nuestra app.
Por otra, ya que cuidas el más mínimo detalle de tu negocio apuesta también por cuidar tu imagen profesional con las herramientas que te ofrecemos. Tus clientes sabrán valorarlo y tú lo notarás en la buena marcha de tu estudio.
Ahora prepáralo todo a conciencia y… ¡mucha suerte con tu estudio de entrenamiento personal! Nosotros estaremos a tu lado para ayudarte a gestionarlo de manera más ágil y rentable.