Psicología en el gimnasio: ¿extra o necesidad?

La psicología deportiva triunfa también en el fitness. ¿Es solo un complemento del entrenamiento?
La psicología es una ciencia que tiene aplicación en multitud de disciplinas distintas puesto que su objeto de estudio es la conducta humana, presente en todas ellas.
De este modo, allí donde haya personas realizando una actividad la psicología puede estar presente para estudiar nuestra conducta en ese ámbito concreto y mejorarla, potenciando nuestros resultados.
En este artículo vamos a conocer en qué consiste la psicología deportiva y responderemos a una pregunta: ¿es la psicología deportiva una necesidad en los centros?

Psicología deportiva: claves de una disciplina en auge

El deporte es uno de tantos ámbitos de la conducta humana, y como tal puede mejorarse gracias a la psicología.
Los deportistas que reciben apoyo psicológico a menudo mejoran su rendimiento y alcanzan cotas que hasta ese momento les costaba superar. Esto se debe, entre otras razones, a que los pensamientos, emociones, motivaciones, expectativas y preocupaciones diarias de la persona están presentes también cuando realiza actividad física, y la psicología deportiva trabaja con estos elementos de la psique humana para que no condicionen negativamente el desempeño del deportista.
Precisamente lo que pretende la Psicología de la Actividad Física y del Deporte es que el estado emocional y psicológico de la persona que practica deporte esté perfectamente enfocado en esta actividad para obtener los mejores resultados posibles, definiendo los objetivos a alcanzar y estableciendo la mejor metodología para conseguirlo.
Por esa razón, este área de la psicología tiene cada vez más presencia en multitud de deportes. Y no solo en los de élite o competición. 

¿Es la psicología en el gimnasio algo prescindible?

A menudo se tiende a diferenciar entre psique y cuerpo, como si fuesen unidades independientes del ser humano. Y precisamente es todo lo contrario: mente y cuerpo forman un todo en el que ambas partes se influyen mutuamente.

Un cuerpo en perfecto estado físico influirá positivamente en el bienestar psicológico, y viceversa. Así, si un deportista tiene un buen equilibrio emocional, una alta autoestima y sabe gestionar psicológicamente sus circunstancias personales de la manera adecuada, sin duda rendirá más en aquella disciplina deportiva que practique. Además, al abordar sus rutinas de entrenamiento la psicología le ayudará a centrarse más y mejor en cada sesión, con lo que los resultados serán más satisfactorios.

Es por esa razón que la psicología deportiva no puede contemplarse únicamente como una ayuda o un complemento al entrenamiento diario, sino como una parte fundamental del mismo.
En combinación con el resto de actividades que conforman un entrenamiento, la psicología deportiva debe estar presente en cada paso del camino para alcanzar la meta que nos hemos propuesto.

A priori parece complicado aplicar la psicología en determinados ámbitos deportivos, como los gimnasios, por ejemplo. Puede dar la sensación de ser un área de intervención reservada a deportistas de alto nivel o ligas deportivas, aunque nada más lejos de la realidad: en muchos gimnasios existen profesionales de la actividad física y el deporte que están también formados en psicología deportiva.
A través de charlas y también durante su trabajo de entrenamiento personal, estos profesionales guían a los clientes del gimnasio para que alcancen sus objetivos, reduciendo muchas veces la tasa de abandono que a menudo se produce cuando no se obtienen los resultados esperados.

Cómo potencia la psicología el rendimiento en el fitness

El profesional de la psicología deportiva lleva a cabo diferentes tareas para aumentar la motivación y mejorar el rendimiento de los usuarios de un gimnasio o centro deportivo. Algunas de las principales son las siguientes:
  • En primer lugar, evalúa aquellas circunstancias personales y psicológicas del usuario del centro para conocer cómo están afectando a su desempeño durante los entrenamientos. Para lograrlo puede entrevistarse con el cliente, observar cómo entrena y administrarle algún cuestionario. Los principales instrumentos utilizados en esta etapa son:
    • Entrevistas personales: el psicólogo deportivo conocerá así en mayor profundidad al cliente del centro: sus motivaciones para entrenar, cómo se percibe en su vida cotidiana y mientras entrena, su nivel de autoestima, etc., trazando con toda esta información una estrategia efectiva.  
    • Baterías de test y cuestionarios: para conocer qué siente al entrenar y posibles barreras emocionales o psicológicas que estén entorpeciendo su progreso.
    • Procedimientos de auto-observación y autoregistro: es la propia persona que entrena la que toma nota de su desempeño, sus marcas y cómo se siente antes, durante y después del entrenamiento. Posteriormente el profesional de la psicología deportiva utilizará esta información para diseñar estrategias de mejora.
    • Observación de la conducta y hábitos del usuario: con esta información objetiva se completará la información que el propio entrenado le aporta al psicólogo deportivo, de carácter más subjetivo.
    • Registros psicofisiológicos: son indicadores fisiológicos (frecuencia cardíaca, nivel de sudoración, tensión muscular…) que en ocasiones no solo son reflejo del nivel de actividad física sino también del estado psicológico del deportista en un momento dado.   
  • Una vez conoce el estado psicológico y emocional del usuario, así como sus motivaciones y expectativas, el psicólogo deportivo centra sus esfuerzos en enseñarle técnicas y estrategias para aumentar su motivación, adherencia al entrenamiento y atención a la actividad a realizar. Para ello, llevará a cabo las siguientes acciones:
    • Entrenamiento psicológico: desarrollo y mantenimiento de las habilidades psicológicas implicadas en el entrenamiento, como son la motivación, la atención, la concentración, las autoinstrucciones durante el desarrollo de la actividad…
    • Diseño de estrategias psicológicas que faciliten el inicio del entrenamiento y la adherencia al mismo especialmente, minimizando así su abandono.
    • Implementación de estrategias psicológicas centradas en mejorar la calidad de vida a través de su actividad física de la persona que entrena.
  • Posteriormente vendrá una fase de evaluación de resultados, para lo cuál se aplicarán muchas de las estrategias y herramientas que hemos comentado en los dos puntos anteriores, con el fin de medir el éxito alcanzado y replantear la estrategia si fuese necesario en caso de haber obtenido un rendimiento mejorable.
  • El psicólogo deportivo también puede asesorar a grupos de usuarios, centrándose habitualmente en clases dirigidas y entrenamientos grupales.
¿En tu centro deportivo existe la figura del psicólogo deportivo? Si es así habrás comprobado ya lo mucho que ayuda a tus clientes a progresar en sus entrenamientos. 

Y en el caso de que aún no tengas a este profesional en tu plantilla, quizá este artículo te haya abierto los ojos sobre su importancia en el deporte.

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