Cómo fijar el precio de tus sesiones online

Te damos la receta para fijar el precio ideal de tus sesiones online. ¡Que nada te detenga!
Para muchos centros es complicado establecer un precio concreto para sus sesiones en línea.

En situaciones como la del confinamiento al que nos ha llevado la pandemia de COVID-19, ofrecer sus servicios online es la única salida que tienen la mayoría de negocios para seguir recibiendo ingresos, pero no es sencillo decidir qué tarifa deben tener las sesiones realizadas por esta vía.

Muchos centros, de hecho, ni siquiera fijan un precio y acaban ofreciendo sus servicios online a coste cero, una decisión comprensible y generosa que, si el confinamiento se alarga, puede obligar a cerrar a muchos de ellos.

Por esta razón, vamos a explicarte por qué deberías valorar la opción de seguir cobrando por tus servicios aunque los ofrezcas por internet, y te daremos una serie de claves que te ayudará a establecer una tarifa justa para tus clientes y para ti.

Vamos a por ello.

Por qué es buena idea fijar un precio para tus sesiones online

Aunque todo el mundo se encuentre confinado en casa, muchas personas necesitan mantener sus hábitos previos en la medida de lo que permite esta situación. Los motivos son variados, pero los principales están relacionados con preservar el bienestar físico y mental: mantener una rutina ayuda a sobrellevar tantas horas en casa.

Muchos de esos hábitos requieren de la supervisión de un profesional, y aquí es donde tú entras en la ecuación. Si antes del confinamiento tus clientes pagaban por tus servicios, ¿por qué no van a hacerlo ahora si puedes ofrecerlos online? 

Mantener el vínculo con ellos te ayudará a fidelizarlos durante esta etapa para que en la vuelta a la normalidad sigan estando ahí. Por otro lado, cobrar por tus servicios online pondrá en valor tu trabajo desde casa y además pondréis, tus clientes y tú, vuestro granito de arena para mantener activa la economía a pequeña escala en estos días.

Por supuesto siempre hay casos muy variados: puede que algunos clientes no tengan trabajo en estos momentos, pero eso no siempre es impedimento para abonar una clase. Valora bien cada caso concreto y reserva en tu manga opciones para estos clientes que se encuentran en una situación especial, como un servicio adicional gratuito que te permita mantener el contacto con ellos y su fidelidad hacia tu negocio.

Cómo decidir el precio de tus servicios online

A la hora de poner un precio a tus servicios en línea puedes atender a los siguientes factores:

Diferencia en contenidos

Es posible que el hecho de impartir sesiones online conlleve en tu caso una diferencia sustancial en los contenidos que puedes ofrecer vía internet, bien porque son de tipo muy práctico, bien porque el hecho de ser online modifica mucho el ambiente más propicio para aprovechar el servicio.

En tal caso es obvio que deberás encontrar un precio más ajustado que el de las clases presenciales, acorde a la diferencia en el servicio ahora que lo ofreces online.

Puedes elaborar una lista de características que ofrece tu servicio e ir tachando aquellas que no puedes ofrecer online o no con la misma calidad que presencialmente. Esto servirá para restar al precio presencial el porcentaje de características ausentes en modalidad online.

Frecuencia de las sesiones

¿Ofreces el mismo número de sesiones vía online para una actividad que cuando eran presenciales? Si es así, el precio de la sesión atendiendo a este parámetro podría permanecer invariable.

En cambio, si debido a una mayor disponibilidad de tus usuarios ahora ofreces más sesiones online para una actividad que en su modalidad presencial, quizá puedas plantearte una rebaja del precio de cada sesión que equipare la facturación total de la actividad a las cifras anteriores al confinamiento.

Profesionales involucrados

Muchos clientes valoran muy positivamente que un servicio esté impartido por su profesional habitual.

Si en tu centro sois varios profesionales pero estos días te encargas tú únicamente de las sesiones online, quizá sea buena idea compensar a tus clientes con una rebaja en el precio de la sesión por la imposibilidad de tratar con su profesional habitual.

Si por el contrario siempre has sido la única persona encargada de ofrecer los servicios de tu centro, la tarifa habitual podría ser la misma en formato online.

Recursos utilizados

Muchos negocios disponen de maquinaria muy especializada y otros elementos igualmente específicos de su sector que difícilmente van a estar presentes en cualquier hogar. 

Por esta razón, si estos recursos suelen formar parte de tus servicios presenciales es lógico que valores la opción de reducir su tarifa. Estudia hasta qué punto son parte esencial de tus sesiones y las alternativas disponibles en casi cualquier hogar para fijar una tarifa razonable.

Teniendo en cuenta estos factores puedes establecer unas tarifas adecuadas para tus servicios online. No te asustes si haciendo cálculos reduces considerablemente tus precios: mientras sean justos y consecuentes con la situación actual siempre serán mejor opción que ofrecer tus servicios a coste cero.

También puedes idear recursos adicionales que agreguen valor a tus sesiones online, no solo para mantener un precio justo por tus servicios, sino también para diferenciar tu modalidad online de la presencial en cuanto al contenido. 

A fin de cuentas, en un escenario como el actual cuando reabras seguramente podrás ofrecer tus sesiones presenciales a un número reducido de personas, dando lugar a un sistema híbrido “presencial-online”, que te permita atender a buena parte de los usuarios del centro por internet.

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