Muchos centros deportivos y de salud consideran que disponer de perfiles en redes sociales o una página web es suficiente para conseguir el éxito deseado y que su marca sea reconocida en el entorno online. Pero lo cierto es que con tenerlos no basta: es necesario poner todo de nuestra parte para que reflejen aquellos valores que nos definen y trasladarlos correctamente a nuestra audiencia. Por eso, desde TIMP te damos las claves fundamentales para que empieces a gestionar de forma inteligente tu reputación online.
¿En qué consiste la reputación online?
Tener una buena reputación online es fundamental en cualquier mercado, pues de esta reputación depende en gran medida la consecución de nuestros objetivos. Con ella conseguimos generar confianza en nuestros clientes y convertirnos en un referente, aumentando así el número de socios del centro.
Una de las primeras cosas que debemos tener claras es la diferencia entre reputación online e imagen de marca. Es cierto que están muy ligadas entre sí, pero no son la misma cosa. La reputación no la puedes crear directamente, ya que depende de lo que los usuarios piensan de ti. En cambio la imagen de marca sí la construyes tú, y partiendo de ella levantas tu prestigio en la red.
Según cómo construyamos y mantengamos nuestra imagen de marca en internet, mejorará o no nuestra reputación digital.
Cómo gestionar una buena reputación en la red
Ha quedado claro que la reputación no la podemos generar por nosotros mismos, pero sí podemos transmitir una buena imagen de marca que la condicionará a nuestro favor. Por supuesto, la reputación online está muy relacionada con la reputación offline, por lo que podemos remarcar varios aspectos importantes a la hora de influir en ella en este sentido:
- La profesionalidad y la eficiencia de los trabajos que se realizan en la empresa. Por ejemplo, si indicamos al cliente que se tarda 2 días en entregar un pedido, hay que cumplirlo. Generará un impacto positivo.
- El comportamiento de los directivos y los empleados. Las reacciones que puedan tener nuestros empleados e incluso nuestros directivos afectan directamente a la imagen de la marca.
- El comportamiento de los clientes y usuarios. El número de clientes y la asiduidad con la que acuden al centro deportivo -incluso las colas que se puedan ver a la hora de la apertura-, reflejan el interés que la empresa genera.
Y entrando de pleno en el terreno online atenderemos a los siguientes pilares básicos:
Sitio web
Es nuestro campamento base:
- Debe ser acorde con la imagen de nuestra marca, con la misma tipografía y colores.
- El diseño tiene que ser agradable para los usuarios, y debe reflejar nuestro carácter.
- Tenemos que cuidar la usabilidad de la web, buscando que los usuarios no pierdan tiempo haciendo clics innecesarios y encuentren aquello que buscan de la manera más intuitiva posible.
Contenido de calidad
Todo lo que publiquemos tiene que ser relevante. Es importante que contemos con profesionales especializados que se encarguen de ello, porque son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.
Perfiles en las redes sociales
Es un punto que muchas marcas descuidan. Piensan que con tener el perfil creado es suficiente, y en realidad es contraproducente si no se trabaja de la forma correcta: genera muy malas sensaciones a los usuarios el entrar a un perfil de empresa y ver que está abandonado.
Por esta razón nunca debemos abrir una cuenta en una red social si no estamos dispuestos a realizar actualizaciones frecuentes de contenido o a interactuar con los usuarios. Esta interacción debe promover los servicios que ofrece nuestra marca atendiendo al mismo tiempo las necesidades de nuestros usuarios, en un equilibro complejo que requiere de habilidades específicas de interacción, escucha activa y comunicación.
Pensando en tu negocio, ¿cuidas todos estos aspectos para disfrutar de una buena reputación online?