Análisis de la estacionalidad del fitness

Vivir en el mundo moderno significa desenvolverse dentro de la sociedad de la información: una ingente cantidad de datos dispuestos
Vivir en el mundo moderno significa desenvolverse dentro de la sociedad de la información: una ingente cantidad de datos dispuestos a ser interpretados. Y la interpretación de los mismos nos permite responder a cuestiones tales como si existe la operación bikini o si de verdad se acusa la estacionalidad del fitness.

¿Quién no ha oído hablar de la operación bikini? ¿Cuántas personas la han intentado alguna vez?La temporada de verano, los días en la playa, en la piscina y, en general, la tendencia a descubrir el cuerpo en público durante los meses de junio a agosto harían pensar a cualquiera que provocan, a su vez y directamente, un incremento en los afiliados al gimnasio y de las personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a mejorar el buen ver de cada grupo muscular.

Igualmente, para cualquier persona lega en la materia, otro periodo destacable sería en enero, con el cumplimiento de los propósitos de año nuevo bajo un brazo y la motivación para bajar los kilos de la temporada navideña bajo el otro.

Sin embargo, ¿respaldan los datos, a ciencia cierta, estas teorías?

Los datos han hablado: no existe la operación bikini

Efectivamente, los datos muestran que la operación bikini es un bulo. Ni las afiliaciones ni las búsquedas en internet acerca de gimnasios o de actividades deportivas aumentan significativamente en junio o en los meses previos. No obstante, se aprecian dos grandes picos de actividad: en septiembre y enero.

La explicación parece sencilla: se trata de recuperar la forma tras los excesos vacacionales. En este sentido, el mito de los propósitos de año nuevo parece absolutamente acertado. De hecho, entra ambos picos, las búsquedas y afiliaciones son netamente superiores tras Navidad.

¿Afecta esta estacionalidad a otros sectores?

La respuesta también es afirmativa. El sector de la nutrición, siempre hermanada con el fitness, así como el textil deportivo e incluso el tecnológico -tanto smartbands como smartwatches- se ven influidos por esta estacionalidad, por la tendencia de las personas a librarse de los kilos de más tras los grandes meses de excesos.

¿Cómo obtener datos relativos a la estacionalidad en mi negocio?

Pues al igual que esa pulsera o ese reloj, que seguramente luzcas en tu muñeca, sirven como una herramienta indispensable para satisfacer el ansia por descifrar los componentes exactos de la rutina diaria y de la actividad física, para ganarle la partida al sedentarismo y clamar al cielo en pos de una vida sana, existen determinados tipos de software de gestión -TIMP, por ejemplo- que permiten, a su vez, manejar las variables de lo que sucede en tu negocio, lo que, a fin de cuentas, significa la posibilidad de conocer y de controlar todos esos datos que aporta la sociedad de la información para crear estrategias de negocio adecuadas a las necesidades de cada uno.

En resumen, la sociedad de la información nos muestra como este sector sí que se ve afectado por cierta estacionalidad del fitness, tal y como aventuraba el saber popular. Sin embargo, este conocimiento general se equivocaba al respecto de la operación bikini: solo septiembre y enero constituyen los picos de máxima actividad en el fitness.

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